El buitre leonado, el amo de los cortados del Duratón

Una de las siluetas que caracterizan los cañones fluviales con cortados o los cantiles montañosos de la provincia de Segovia es la de los buitres leonados (Gyps fulvus). Es el buitre más abundante de los tres que crían en la provincia, siendo los otros dos, el alimoche (Neophron percnopterus) y el buitre negro (Aegypius monachus).

Por Miguel Pascual

La silueta de los buitres leonados recortados contra el cielo genera una impronta única en los visitantes de las Hoces del río Duratón
La silueta de los buitres leonados recortados contra el cielo genera una impronta única en los visitantes de las Hoces del río Duratón
Buitres leonados ascendiendo de forma circular aprovechando corrientes térmicas, con la bella silueta de la sierra de Ayllón de fondo.
Buitres leonados ascendiendo de forma circular aprovechando corrientes térmicas, con la bella silueta de la sierra de Ayllón de fondo.

El buitre leonado (Gyps fulvus) es un ave ampliamente distribuida en la Península. En Segovia podemos encontrarlo siempre asociado a los cortados fluviales, siendo una de las colonias más importantes por número la que encontramos en el Parque Natural de las Hoces del río Duratón. La evolución de las parejas reproductoras de la colonia del Duratón ha tenido una evolución positiva desde el año 1991, cuando se censaron 208 parejas. En 2008 habían aumentado hasta las 565 parejas, en 2009 ya eran 613, en 2010 estaban en 652 y en 2017 llegaron hasta las 729. Estos datos son sostenidos por la cada vez menor incidencia de las muertes por envenenamiento o disparo después de años de persecución por parte del hombre como alimaña. Además, en la actual zona del Parque Natural de la Hoces del río Duratón, la construcción de la presa de Burgomillodo en 1953 inundó los accesos terrestres naturales, por lo que el acceso por la ribera es más complicado, reduciendo las molestias y creando un entorno más apropiado para la especie.

Alimoche (Neophron percnopterus) en vuelo, donde se aprecian los colores amarillos anaranjados en la cara.
Alimoche (Neophron percnopterus) en vuelo, donde se aprecian los colores amarillos anaranjados en la cara.
Retratro de buitre negro (Aegypius monachus), con las ceras del pico de tonalidades moradas.
Retratro de buitre negro (Aegypius monachus), con las ceras del pico de tonalidades moradas.

Desde el mes de octubre, la actividad de los individuos va aumentando progresivamente en la colonia. Es el momento del celo, y diferentes actividades se suceden entre los buitres. Una de las más curiosas es el aporte de material a los nidos. Son plataformas muy rudimentarias construidas con algo de material vegetal en repisas inaccesibles andando.

Para el naturalista que se acerca a los cortados del Duratón durante el otoño y comienzo de invierno, las idas y venidas de los ajetreados buitres de la colonia siempre capta su atención.
Para el naturalista que se acerca a los cortados del Duratón durante el otoño y comienzo de invierno, las idas y venidas de los ajetreados buitres de la colonia siempre capta su atención.
Espectacular retrato de un adulto de buitre leonado transportando material al nido
Espectacular retrato de un adulto de buitre leonado transportando material al nido

Otro de los espectáculos que nos brindan los buitres leonados son los vuelos de cortejo. Estas piruetas en el aire consisten en el vuelo de varios ejemplares de buitres, uno sobre otro, de manera sincronizada, situándose los machos sobre la hembra, a la que siguen, si son suficientemente diestros en el vuelo, hasta el nido o la repisa elegida por la hembra para aterrizar. Ésta, una vez posados, puede expulsar al macho de la repisa lanzándole violentos picotazos e intimidándole al extender las alas o aceptarlo para formar una pareja. En las fotos podemos ver como en ocasiones los machos sacan las patas y estiran el cuello dando lugar a escenas muy curiosas y vistosas.

Trío de buitres volando de forma paralela, comportamiento típico observable durante la época de celo de la especie.
Trío de buitres volando de forma paralela, comportamiento típico observable durante la época de celo de la especie.
Fíjese el observador en la forma típica de volar el macho, durante el cortejo, por encima de la hembra y con las patas extendidas.
Fíjese el observador en la forma típica de volar el macho, durante el cortejo, por encima de la hembra y con las patas extendidas.

Tanto el macho como la hembra contribuyen a la construcción y cuidado del nido. Las cópulas tienen lugar entre mediados de octubre y finales de febrero, alcanzando su máximo en la primera quincena de enero. El buitre leonado establece parejas permanentes durante los años aunque en las colonias se pueden ver cópulas extrapareja.

 

La puesta está formada, generalmente, por un único huevo, por lo que la productividad de estos animales es baja. En caso de pérdida de la primera puesta puede haber una puesta de reemplazo o reposición. La incubación es compartida por ambos progenitores. El tiempo medio de incubación es de 56 días y la duración de la estancia del pollo en el nido es de entre 110 y 132 días. Los buitres pueden alcanzar en libertad una longevidad de en torno a 35 años.

 

Pollo de buitre leonado en un nido sobre una repisa en algún lugar del cañón formado por el río Duratón. Foto realizada desde mirador público a gran distancia, evitando molestias.
Pollo de buitre leonado en un nido sobre una repisa en algún lugar del cañón formado por el río Duratón. Foto realizada desde mirador público a gran distancia, evitando molestias.

 

No podemos diferencian a simple vista entre machos y hembras pero si podemos diferencias un adulto de un joven. Son tres las principales características que nos harán diferencias entre los jóvenes, durante su primes año y los adultos con más de un año.

 

El color del iris (flecha número uno) es en los jóvenes muy oscuro, mientras que en los adultos es de color miel bastante claro. Es una característica difícil de ver en vuelo, pero si vemos el ejemplar posado con los prismáticos si podremos observarlo.

 

El color del pico (flecha número dos) en los jóvenes es oscuro, y se irá aclarando progresivamente hasta tomar un color blanquecino claro característico de los individuos adultos.

 

El color de las plumas de la gorguera, que son las filoplumas que rodean la base del cuello (flecha número tres) es en los juveniles marrón, mientras que en los adultos se aclara llegando a ser de color blanco.

 

Características descritas para identificar individuos jóvenes (derecha) y adultos (izquierda) de buitre leonado.
Características descritas para identificar individuos jóvenes (derecha) y adultos (izquierda) de buitre leonado.

Las bajas necesidades tróficas de los buitres permiten reducir el metabolismo y prolongar el ayuno, lo que es ventajoso para localizar alimento. Son animales muy eficientes en el aprovechamiento de los recursos alimenticios. Pueden ayunar durante dos o tres semanas, según algunos estudios.

 

Agrupación de buitres leonados alrededor de alguna carroña detectada. Manteniendo una distancia prudente, y con la ayuda de prismáticos y telescopio, la observación de una carroñada de buitres resulta todo un espectáculo que nos regala la naturaleza.
Agrupación de buitres leonados alrededor de alguna carroña detectada. Manteniendo una distancia prudente, y con la ayuda de prismáticos y telescopio, la observación de una carroñada de buitres resulta todo un espectáculo que nos regala la naturaleza.

El buitre leonado realiza migración otoñal, mayoritariamente de juveniles, que cruzan el estrecho de Gibraltar hacia el noroeste de África, donde pueden permanecer unos años divagantes, hasta que un porcentaje importante de éstos vuelve a sus colonias de nacimiento o al entorno cercano de estas. Otros ejemplares pueden incorporarse a otras colonias o asentarse en nuevas zonas propicias para la especie. Es un planeador excepcional que aprovecha los vientos para ascender y desplazarse reduciendo el aleteo al mínimo en sus desplazamientos para economizar el gasto de energía.

 

Ejemplar de buitre leonado planeando entre cortados.
Ejemplar de buitre leonado planeando entre cortados.

La muda tiene lugar desde abril a diciembre. Los juveniles comienzan su primera muda en mayo de su segundo año calendario, comenzando por las primarias interiores y continuando hacia fuera. La mayoría de las plumas de los juveniles se han mudado completamente en el cuarto año calendario, aunque algunos individuos en su quinto año calendario retienen secundarias juveniles. Los adultos no presentan un patrón consistente de muda y muestran un elevado grado de asimetría entre las dos alas.

 

En este momento, debido a la espectacular recuperación experimentada por el buitre leonado, la especie no cumple criterios para ser incluida en ninguna categoría de amenaza en España. Pero no debemos relajarnos y debemos atajar todas las amenazas posibles. No olvidemos que es una especie con baja tasa de éxito reproductivo. Hay que seguir en la lucha para erradicar en la medida de lo posible la incidencia del veneno, mejorando la escasez y calidad de alimento y los hábitats bien conservados y libres de presión humana y sobre todo de molestias en las colonias de cría. Igualmente, es necesadio gestionar y evaluar correctamente los peligros e incidencia de los parques eólicos en los que preocupan las bajas sufridas por colisión con las aspas, implantar las medidas adecuadas en los tendidos eléctricos para evitar colisiones. Preocupa especialmente el uso de medicamentos como el diclofenaco, que es sabido que afectan de manera drástica a la especie produciendo muertes masivas en colonias.

 

Pese a la mala reputación, los buitres son animales que dentro de los ecosistemas completan el ciclo de la vida, son el punto final de la cadena trófica, con un papel crucial como carroñeros en los hábitats naturales. Limpian nuestro campo de los restos de animales muertos, contribuyendo a mantener una higiene que evita propagación de posibles epidemias.

 

Espectacular pose de un buitre leonado al acercarse al suelo.
Espectacular pose de un buitre leonado al acercarse al suelo.
El gran tamaño de los buitres leonados regala grandes observaciones para el naturalista observador.
El gran tamaño de los buitres leonados regala grandes observaciones para el naturalista observador.